He perdido la cabeza

He perdido la cabeza
-He perdido la cabeza -Eso me temo,estás loco,chalado,majareta...Pero te diré una cosa, las mejores personas lo están

martes, 8 de marzo de 2011

El circo de los horrores

Entre las jaulas se arrastra el polvo, los leones en sus jaulas dan vueltas sin rumbo ni sentido. Están famélicos. El domador se acerca con su sombrero ajado y su muñón en la mano. Un león escupe un par de huesos humanos.

Se oyen bocinas y el chirriar de unos zapatos. Payasos. Las sonrisas de sus rostros no son fingidas, son cicatrices cosidas, y la palidez de su rostro no necesita maquillaje. Sus juegos arrancan más llantos que risas, asustando a niños y mayores.

La trapecista mira hacia arriba. La cuerda suspendida sobre su cabeza, ansía volver a caminar sobre el alambre, volver a oír las ovaciones y enfrentarse al miedo. Imagina con los ojos cerrados, cuando los abre, recuerda que cayó y se partió las piernas. Condenada de por vida a la silla, atada al suelo.

El lanzador de cuchillos esconde la cabeza entre las manos manchadas de sangre. El cuerpo inerte y blanco de su compañera yace sobre sus rodillas manchado de rojo. En una función el puñal le atravesó el corazón. La imagen de su rostro y su grito de dolor atravesaron el de él. Otro tipo de puñal.

Bienvenido al circo de los horrores, donde se arrastran los seres más grotescos y tristes de la tierra. Vagan como almas en pena, arrastrando los pies, ocultándose entre sombras, respirando soledad.

De una bañera sucia y oxidada sobresale el torso bello y blanco de una dama, cabellos dorados desbordando por el borde de la bañera, rozando el suelo. Dejaos seducir por sus enormes ojos almendrados, acercaos hipnotizados por la dulzura de su voz... pero jamás mireis sus piernas, unidas en una cola, atrapadas en la piel. Siempre soñó con que la sacaran a bailar.

El hombre elefante mira desde su escondite a la sirena en la bañera. Siente pena, él la entiende. Engendro natural, cuerpo deforme, repudiado por todos y completamente solo consigo mismo, solo con aquello que más odia. Trofeo de espectáculo, monstruo al que nunca vio el mundo como humano.

Frente al espejo de un tocador, la mujer barbuda llora. Las lágrimas se pierden en el vello de su rostro, donde se ocultan también sus labios, tal vez los más dulces que pueda besar un hombre, pero ninguno estará dispuesto a probarlo.

La soledad siempre presente, habita en la sombra de cada uno de ellos. Carentes de cariño, buscan al caer la noche el consuelo en los brazos de los otros. Buscan de noche para que las sombras los tapen las carencias de sus cuerpos, para ocultar lo monstruoso de su aspecto. Un espectáculo grotesco, las horas de las bajas pasiones que se desvanecen con la llegada del alba. Los rayos del sol rompen el hechizo y los cuerpos se desenredan, se rompen los abrazos. Avergonzados y espantados, todos vuelven a sus refugios, todos solos.

El faquir observa el circo, sentado en su cama de clavos, sus ojos negros, impenetrables, su expresión carente de emoción. No habla, ya no puede, un accidente, el cuchillo que se tragó le cortó la lengua. Desde entonces actúa con cuchillos romos.

La vidente tiene por ojos dos bolas de cristal, transparentes casi siempre, otras veces enturbiados por el humo... Sobre su hombro, un enorme cuervo negro agita las alas y grazna. De su pico cuelgan los restos de la córnea.

El tragafuegos siempre mira a la derecha, actúa siempre de perfil y detesta los espejos. La mitad de su rostro es hueso calcinado, abrasado por un error de cálculo cuando trató de impresionar a la trapecista con sus artes.

Bienvenidos al circo de los horrores, donde la tragedia humana se arrastra por los rincones, donde se busca afecto y se cometen errores.

Bienvenidos al circo de los horrores



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Este obra de Pilar Hernández está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.

3 comentarios:

  1. Lo has mejorado! Es muy trágico, la verdad, me dan mucha pena los personajes...

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  2. ¡Esto es una pasada! Sublime, muchacha, de verdad. Es sorprendente cómo has creado la historia entera de cada personaje en apenas unas líneas y luego has sido capaz de relacionarlas.
    Es completamente genial. Me ha gustado mucho mucho mucho.

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