Burbujeó la tinta de las notas
y espesa resbaló por el papel.
Se arrastró lentamente a través de las cinco líneas,
como un insecto negro y brillante.
Un olor nauseabundo empalagaba el aire,
mientras las notas abrían en la piedra heridas humeantes,
devorando con sus pequeños dientes la carne pétrea.
Su dura superficie surcada de venas y regueros de sangre.
Gota a gota, cayó el espeso líquido sobre el cuerpo desnudo.
Su piel, cubierta de heridas, hirvió al contacto.
Lentamente, el líquido lamió con lascivia su piel,
penetrando con su lengua, infecta, en la carne abierta.
Temblores febriles se adueñaron de su cuerpo,
por sus venas corrió dulce y voraz el veneno
hasta rasgar su cuerpo.
Los temblores cesaron.
Solo el silencio.

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Impresionante...lascivo y t'etrico al mismo tiempo...me encanta Pilar :)
ResponderEliminarOh, me alegro mucho de ver que llegan las cosas que quería traansmitir :)
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